Hace casi unos 8 años tuve un sueño, mientras veÃa un video de un chico rubio y loco brincando, mientras cantaba "F-f-f-falling" en el video del mismo nombre... "Tengo que conocerlos algún dÃa", me dije a mà misma.
Mientras investigaba acerca de dicha agrupación, de nombre The Rasmus, me dà cuenta que ése no era el video que me habÃa recomendado mi mejor amigo, Jaime, sobre tal banda. Era "Guilty", donde se mostraba a dicho chico con el cabello negro y un porte oscuro y con maquillaje, pero de una potente canción.
Lauri Ylönen, Eero Heinonen, Aki Hakala y Pauli Rantasalmi me habÃan vuelto loca con su música.
Ahora, mientras escribo con la mano derecha mientras en la izquierda tengo un dije, reproducción de su sÃmbolo en el álbum "Black Roses" (recuerdo del 30/10), puedo sonreÃr al recordar mi primera canción con The Rasmus, y saber que la he oÃdo en vivo, mientras era aplastada por una multitud de mil personas, pero sobrevivÃa con una fuerza salida de algún lugar extraño de mi alma, mientras Lauri, ahora con 32 años (y no con 22 como en el video) brincaba con la misma energÃa por todo el escenario, si cabe, con más.
La cuestión fue cómo llegué a ese lugar, si apenas y tenÃa unos cuantos pesos, supuestamente para mi intercambio el próximo semestre. Ese dinero se volvieron 3 boletos de autobús (1 más que pagó mi hermano, quien fue mi acompañante), una playera, una taza y mi preciado dije, también se volvieron la propina, los tacos de barbacoa, consomé y boletos del metro de ese maravilloso 30/10/2011.
Es increÃble cómo puedo ser feliz con tan poquito. Pero no soy materialista, The Rasmus tienen un significado muy especial para mÃ, y la aventura inició de este modo:
Era creo un lunes, mientras bajaba del autobús que me lleva a mi Universidad escolarizada (estudio dos carreras, y entre semanas habito en una ciudad, y los fines en mi pueblito natal, donde hay una universidad tecnológica a la que asisto los sábados de sol a sombra), oÃa, irónicamente, F-f-f-falling mientras llegaba tarde, a las 7:05am, en la estrofa del "I don't go school every monday, I've got my reasons to sleep...". Un cuervo parado en la barda de la escuela me miró receloso y salió volando (acababa de leer "Conflicto" y por un segundo lo miré esperanzada en que se volviera Damon Salvatore xD), pero no pensé que eso fuera a ser la señal de una semana maratónica y llena de significado.
El martes ocurrió lo mismo, esta vez mientras escuchaba "In the shadows". El miércoles era ahora una parvada que pasó volando sobre mi cabeza, mientras me cubrÃa con el diminuto iPod touch, que apenas y puedo sostener con mi mano. Deseé con todo mi corazón haber podido tener dinero y valor para el permiso de ir a ver a mi banda favorita de toda la vida, de esa banda de las cuales tomé prestadas las canciones de "Liquid" y "Last Waltz" para bailarlas en mis XV años.
Fue hasta el jueves cuando comenzó mi sueño: debo admitir que estaba checando el twitter desde la clase de Fuentes de Financiamiento, mientras la Dra. Soto explicaba nuestros temas a exponer. Eran poco después de las 12 del dÃa mientras yo checaba my storyline, y veÃa la cuenta de la sagradÃsima Coca-Cola (mi único vicio, junto a The Rasmus): "Tenemos 5 pases dobles para ver a The Rasmus...". Mi corazón se aceleró, pero las bases eran hacer una fotografÃa vestida de Lauri Ylönen para ganarlos, sólo habÃa 5...
Lo único que pude hacer fue pedirles consideraran aplazar el tiempo de entrega (eran poco menos de 4 horas), y explicar mi vicio para con el producto legendario y la banda. Inconsolable e hiperventilando mientras olvidaba mi tema de exposición, me resigné: tenÃa mis clases de francés a las 4, por lo que no me daba tiempo en 2 horas de hacer la dichosa fotografÃa y regresar a la clase a tiempo...
De pura curiosidad, al regresar, quise ver quiénes eran dichos ganadores, para eso de sentirme culpable de no haberme ido al DF en mi Licenciatura (juro que en mi maestrÃa esa ciudad no se libra de mi persona).
Eran las 8:29pm, aún recuerdo que decÃa eso mi iPod, y en un tweet longer, la coca anunciaba a 5 ganadores...
Entre ellos, al final, estaba yo.
Yo, que no habÃa mandado la foto. Yo, que no habÃa pensado siquiera en ir. Yo, quien se habÃa resignado a conocer a su banda favorita. Yo... quien habÃa deseado esto por tantos años, por tanto tiempo.
Las señales cobraron significado: esos cuervos, alusión a las plumas de Lauri en su cabeza, eran como una señal, o quizá mi mente dispersa asà lo vio en ese momento.
HabÃa llegado mi momento. IrÃa a un concierto, a oÃr las canciones que habÃan tenido tanto significado para mÃ, para mi vida...
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